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Desde la pandemia hemos visto como han cambiado nuestras
costumbres, nuestra forma de ver la vida y nuestras necesidades. Desde cómo
saludamos hasta como trabajamos, la pandemia ha marcado un antes y un después
en nuestro día a día y esto se ve reflejado principalmente en nuestros hogares.
Las zonas que antes no eran tan importantes, como son los
dormitorios, ahora cobran mucha más importancia. Siempre hemos dicho… “total
para dormir, tengo suficiente con estos metros”, pero ahora muchos de nosotros
hemos pasado días y días metidos en una habitación pequeña y sin luz natural, y
hemos probado en nuestras propias carnes lo que es el agobio de estar
encerrado. Lo mismo nos ha pasado con el salón, tantas semanas confinados han
hecho que empecemos a hacer ejercicio y otras actividades en casa y de repente
no teníamos espacio para todo ello, o simplemente éramos demasiados en un sofá
pequeño…
De buenas a primeras, nos hemos vuelto unos “cocinillas”,
nos encanta cocinar, tanto que ahora
hasta hacemos nuestro propio pan! Y además, a esto se le suma que han aparecido
“aparatejos” nuevos que nos hacen necesitar más espacio en cocina del que
teníamos cuando apenas asomábamos por allí para cenar o comer “cualquier” cosa.
Como todo esto significa aumentar el total de los metros de
las viviendas, muchos promotores han optado por potenciar el “open plan” en las
viviendas, ahora, la mayoría de las promociones abren las cocinas al salón
comedor, consiguiendo así una visión más amplia de los hogares y aprovechando
mucho mejor el espacio interior.
La versatilidad de los espacios también es otro de los
puntos de cambio a raíz de la pandemia, muchos hemos implementado el
“teletrabajo” en nuestras vidas, por lo que es necesario disponer de ese
espacio para trabajar, y como en muchas ocasiones no podemos tener una
habitación dedicada a esto por falta de espacio, sí podemos utilizar un espacio
para el teletrabajo y para otros “menesteres”, por eso es importante tener ese
espacio que sea MULTIFUNCIONAL y de fácil adaptación según nuestras necesidades
del momento.
Pero lo que más importancia ha cobrado en las viviendas,
después de la pandemia, es el ESPACIO EXTERIOR, balcones, terrazas y jardines
se cotizan muy al alza en estos tiempos. Nadie quiere verse encerrado entre
cuatro paredes sin poder salir, aunque sea, a tomar aire.
Incluso la exigencia en la luminosidad y orientación, está
jugando, cada vez más, un papel muy importante en nuestras vidas. Queremos
casas que tengan todas las piezas posibles al exterior, y que tengan luz
natural las máximas horas al día posibles, queremos luz y más luz en nuestro
día a día. Se acabaron las casas lúgubres, frías, y donde hay que encender
luces cada vez que entras a una estancia.
Hemos hablado de los espacios exteriores, pero también es
clave, la conexión entre los espacios interiores y exteriores, queremos
ventanales grandes para que la naturaleza entre en nuestros hogares, que nos de
la sensación de estar en el mismo jardín en todas las épocas del año, haga frío
o calor, y que la naturaleza esté presente, que podamos respirar vida… tanto es
así que hoy en día los jardines verticales están muy presentes, y los podemos
encontrar, tanto en salones, cocinas o incluso en baños, dando ese toque de vida
a nuestro hogar.
Estos son los cambios que estamos notando en las costumbres
y gustos de las personas que van a comprar una nueva casa, pero las tendencias
del 2022 a raíz de la pandemia, pero las tendencias no sólo se basan en este
hecho, sino también en la guerra de Ucrania, en el precio de los materiales y
en el precio de los suministros.
En estos momentos, el ahorro en los suministros es VITAL, el
precio del gas, la electricidad y el combustible se están viendo incrementados
cada día, por esto muchas personas están decididas a tener un hogar más
eficiente y sostenible, que sea lo más “autónomo” posible, recurriendo a la
instalación de placas solares con y sin baterías, cambiando la carpintería
exterior y vidrios a modelos más aislantes. Cuando hablamos de una construcción
nueva, la tendencia está yendo a la construcción con materiales mucho más
eficientes, con mayor aislamiento térmico y acústico, que hagan que esas
viviendas tengan un consumo un 70% menor que una construcción tradicional con
la misma inversión económica. Además del ahorro en nuestros bolsillos, cada día
estamos más concienciados con el medio ambiente, y con preservar los recursos
que nos da la naturaleza.
Otras de las tendencias que estamos observando actualmente,
es que seguimos teniendo un interés por la simplicidad y el minimalismo, tanto
en la estética exterior como en el diseño de interiores, sin recargar con
elementos decorativos, ¡MENOS ES MÁS!